Un Año Después de la Muerte de su Hijo, una Mujer Ve la Tumba de su Nuera — Pero la Verdad Es Mucho Más Oscura

Brenda nunca logró superar la pérdida de su único hijo, Christopher, quien murió a los 27 años en un trágico accidente. Sumida en una profunda tristeza, pasó un año internada en una clínica tratando de recuperarse emocionalmente. Al recibir el alta, decidió viajar cientos de kilómetros para visitar su tumba.
En la estación de tren, justo antes de tomar un taxi al cementerio, Brenda vio una cara familiar entre la multitud: una mujer que se parecía demasiado a su nuera, Harper. Sorprendida, corrió hacia ella.
— ¡Harper! ¡Espera un momento! — exclamó, tocándole el hombro.
— No soy Harper. Se equivoca de persona — respondió la mujer con frialdad, alejándose rápidamente.
Confundida, Brenda siguió su camino al cementerio. Al llegar a la tumba de Christopher, se arrodilló entre lágrimas. Pero lo que más la sorprendió fue la lápida junto a la de su hijo: era la de Harper.
“En memoria amorosa de Harper S.
8 de enero de 1995 – 3 de diciembre de 2020
Siempre recordada, siempre querida.”
— ¿Qué? ¿Harper murió la semana pasada y nadie me avisó? — murmuró Brenda, atónita.
Entonces, un trabajador del cementerio se acercó y le dijo:
— Sí, fue la semana pasada. Pero fue algo extraño… no hubo velorio, ni familiares. Solo vinieron empleados de la funeraria. Enterraron el ataúd, colocaron la lápida y se fueron. Nadie ha venido desde entonces.
Brenda sintió que algo no cuadraba. Si Harper está muerta… ¿quién era la mujer que vi en la estación?
Decidida a encontrar respuestas, fue a ver a Jake, el mejor amigo y exsocio de su hijo. Cuando llegó, notó que él estaba nervioso, y había maletas en la sala.
— Me voy del estado, señora Sutton — dijo Jake. — Ha sido un año difícil desde la muerte de Chris. La empresa quebró y necesito empezar de nuevo.
Brenda frunció el ceño.
— ¿La empresa quebró? ¿Después de todo lo que construyó Christopher? ¿Y por qué nadie me dijo que Harper había muerto?
Jake dudó, pero terminó confesando:
— Después de la muerte de Chris, Harper heredó la empresa, pero no sabía manejarla. Así que, con su aprobación, yo la dirigí. Las cosas iban mal. Harper propuso conseguir inversores y sacar un préstamo de cinco millones para salvar el negocio. Todos estuvimos de acuerdo.
— Pero dijiste que no quería involucrarse en la empresa — lo interrumpió Brenda, cada vez más sospechosa.
Jake continuó:
— Estábamos desesperados. Luego, hace una semana, Harper retiró todo el dinero del préstamo y desapareció. La policía la buscó. Días después encontraron un auto incendiado al pie de un acantilado. Era el de Harper. Dentro había un cuerpo calcinado con su collar de oro con la letra “H”. Lo declararon accidente.
Brenda estaba impactada. ¿Harper traicionó todo lo que Christopher construyó? Pero algo seguía sin tener sentido. Jake aseguraba que el funeral fue digno, con mucha gente… pero el trabajador del cementerio había dicho que nadie asistió.
Sus sospechas crecían.
— ¿Cuándo es tu vuelo, Jake?
— Mañana temprano… a las 6 a.m.
— ¿Te molesta si me quedo esta noche aquí? — preguntó Brenda con dulzura. — No me siento segura sola en un hotel en una ciudad desconocida.
Jake dudó, pero aceptó. Le mostró el cuarto de invitados. Una vez que se apagaron las luces, Brenda esperó y comenzó a buscar pistas.
Y lo que encontró fue perturbador: dos pasaportes falsos, uno con la foto de Harper bajo el nombre de Sarah, y otro con la de Jake bajo otro nombre falso. También encontró dos boletos de avión a Londres con esos nombres.
— Están fingiendo la muerte de Harper para escapar juntos, pensó Brenda.
Volvió a colocar todo en su sitio y fue rápidamente a una farmacia. Minutos después, volvió con pastillas para dormir y comenzó a preparar el desayuno.
A las 5 a.m., Jake bajó las escaleras.
— ¡Buenos días, Jake! Toma algo antes de tu viaje — le dijo amablemente, ofreciéndole jugo con somníferos.
— Gracias, señora Sutton. Muy amable… — respondió, y lo bebió.
Veinte minutos después, Jake estaba profundamente dormido en el sofá — tal como Brenda planeaba.
Entonces esperó.
A las 5:30 a.m., el teléfono de Jake sonó. Era Sarah — Harper.
Poco después llegó un mensaje:
“¿Cómo pudiste quedarte dormido, idiota? ¡Volamos a Londres hoy! Ya pedí un taxi, voy a tu casa ahora mismo.”
Minutos después, Harper entró furiosa.
— ¡Jake! ¿Estás bromeando? ¡Levántate!
Pero una voz detrás de ella la hizo estremecer:
— ¿Buscas a alguien, Harper? — dijo Brenda, y la golpeó en la cabeza con un florero.
Harper cayó inconsciente. En ese momento, las sirenas de la policía sonaron. Brenda salió y explicó todo a los oficiales, mostrándoles los pasaportes y boletos falsos.
Jake y Harper fueron hospitalizados y luego llevados a comisaría para ser interrogados. Jake se negó a hablar, pero Harper confesó todo al darse cuenta de que su condena podría reducirse si decía la verdad.
Fin.
Gracias a su instinto y valentía, Brenda descubrió una conspiración peligrosa y honró la memoria de su hijo… haciendo que la verdad saliera a la luz.