Historias

Padre lleva a su hija discapacitada al baile de graduación — Días después encuentra un cheque de $10,000 y una nota en el buzón.

Una chica discapacitada que nunca tuvo pareja para el baile de graduación vivió una noche inolvidable gracias a su dedicado padre. Y la recompensa para él llegó días después, inesperadamente, en su buzón.

Molly, de 17 años, estaba de luto por su madre Daisy cuando alguien en el funeral dijo:
— “¡Molly, mira! ¡Tu papá está aquí!”

Danny, el padre de Molly, se había divorciado de Daisy hace diez años. Desde entonces, Molly solo había escuchado cosas malas sobre él, llamándolo “borracho” e irresponsable. Sin embargo, Molly no guardaba rencor, pero sí extrañaba la conexión padre e hija. Después del funeral, todo estaba a punto de cambiar.

Danny asistió al funeral, colocó una corona de flores en el ataúd de su exesposa y, a pesar de ser camionero, se aseguró de mover su camión para no bloquear el tránsito, mostrando cuidado.

Encantado de reencontrarse con Molly, la llevó a su casa pequeña y desordenada, que pronto se convirtió en un hogar cálido para ambos.

Danny tuvo que aprender a cuidar a su hija, incluso a trenzarle el cabello, algo que nunca había hecho, y preparó una habitación especial para ella. Pero mantenía en secreto sus salidas nocturnas, lo cual preocupaba a Molly.

Un día, Molly regresó de la escuela llorando, con la puerta de la casa cerrada, pero con una nota de su papá diciendo que pronto volvería. Ella temía que estuviera metiéndose en problemas, pero no perdió la esperanza.

Molly lloró porque no tenía pareja para el baile y sus compañeros la rechazaban por su discapacidad. Danny la escuchó y decidió actuar.

En la noche del baile, Danny compró un hermoso vestido para Molly y la llevó en su camión. La ayudó a salir de la silla de ruedas y caminar por la alfombra roja, con la multitud conmovida observándolos.

En la fiesta, Danny levantó a Molly en sus brazos y bailó con ella, haciendo que olvidara su discapacidad y se sintiera como cualquier otra joven.

Días después, Danny encontró un paquete en su buzón dirigido a él: un cheque de $10,000 y una nota que decía:
— “¡Al Papá del Año! Esperamos que esto ayude a la vida de tu hija. Buena suerte con su cirugía, y esperamos que pases más tiempo con ella. Tus amigos del baile.”

Con el dinero del cheque y sus ahorros, Danny pagó la cirugía de Molly, que fue un éxito, y poco a poco ella empezó a caminar sin muletas.

Danny dejó su segundo trabajo para pasar más tiempo con su hija, enseñándole a cocinar, bailar, andar en bicicleta y disfrutar la vida plenamente.

Molly obtuvo una beca para estudiar arquitectura y está lista para comenzar una nueva etapa en su vida.


Lección:
El amor y la dedicación pueden cambiar vidas, y los pequeños actos de bondad pueden generar grandes transformaciones. Comparte esta historia para inspirar a otros.


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