Historias

Mi hija dejó a mi nieto conmigo y desapareció — Tres semanas después, una llamada me rompió el corazón

No esperaba visitas aquel día, así que cuando sonó el timbre, me pregunté quién podría ser. Para mi sorpresa, era mi hija, Jane, con mi nieto Tommy.

—Mamá, necesito un favor —dijo con urgencia—.
Necesito que cuides de Tommy por unas semanas… tal vez un poco más.

Al ver la enorme maleta que llevaba, supe que algo no andaba bien. Jane no era de pedir ayuda a la ligera, así que esto era serio. No hice preguntas. Solo la abracé y le prometí que cuidaría de su hijo.

Su rostro mostraba preocupación, pero me dijo que era por un viaje de trabajo inesperado. Decidí confiar en ella.

Tommy era un niño encantador: curioso, activo y siempre sonriente. Pasábamos los días jugando, leyendo cuentos y disfrutando sus comidas favoritas. Llenaba mi casa de alegría.

Un día, después de derramar jugo sobre su camiseta, subí a buscar otra en la maleta que Jane había dejado. Pero al abrirla, mi corazón se aceleró.

Había ropa para todas las estaciones: abrigos y guantes, pero también sandalias y pantalones cortos. Al fondo, encontré un sobre con mi nombre. Estaba lleno de dinero —más del que había visto en mi vida.

Entonces lo comprendí: Jane no planeaba volver pronto.

Intenté llamarla muchas veces, pero no contestaba. Con los días, Tommy empezó a preguntar por su madre, y yo no sabía qué responderle.

Contacté a sus amigos, colegas, incluso a una excompañera de piso, pero nadie sabía nada de ella. Era como si se la hubiera tragado la tierra.

Hasta que un día, sonó el teléfono.

Era Jane.
—¿Puedo hablar con Tommy? —preguntó, esquivando todas mis preguntas—.
Solo te pido que confíes en mí. Volveré cuando sea seguro.

Le pedí que me prometiera que regresaría. Me dijo: “Te quiero”, habló brevemente con Tommy, y luego cortó. Después, bloqueó mi número. Ya no pude volver a contactarla.


La historia de Jane

Cuando alguien me preguntaba por el padre de Tommy, solía decir que fue una aventura pasajera. Pero la verdad era mucho más oscura.

El padre de Tommy era un hombre peligroso, relacionado con la mafia y con criminales conocidos. Cuando salía con él, no sabía quién era en realidad. Después de terminar, nunca le conté que estaba embarazada. Pensé que estaba a salvo… hasta que un día me llamó. Estaba de vuelta en la ciudad.

El solo hecho de que descubriera que tenía un hijo me aterraba. Sabía que intentaría quitármelo. Por eso tenía que esconderlo.

Empaqué toda su ropa, juguetes, medicinas y fotos. Lo envié con la única persona en quien confiaba plenamente: su abuela.

Recé para que Alex se marchara pronto. Y que pudiera volver a abrazar a mi hijo cuando todo hubiera pasado.


El reencuentro

Cuando Jane finalmente volvió meses después, parecía agotada. Como si hubieran pasado años en lugar de semanas. No le hice preguntas. No necesitaba explicaciones. Solo agradecí a Dios que estuviera viva.

Tommy corrió a sus brazos, y en ese momento supe que todo lo que había hecho, cada sacrificio, fue por amor.
Y que ella, como cualquier madre, hizo todo lo necesario para proteger a su hijo.

Artigos relacionados