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Alan Jackson llora durante una emotiva presentación en su gira de despedida.


La gira de despedida de Alan Jackson ha sido un recorrido lleno de momentos especiales, pero pocos tan conmovedores como el concierto de marzo de 2025 en Orlando, Florida. Durante la interpretación de su querida canción “Drive”, Alan se vio abrumado por la emoción. Escrita en 2002 tras la muerte de su padre, esta canción provocó lágrimas visibles y una voz quebrada, generando una escena sincera y profundamente emotiva sobre el escenario.

En 2021, Alan Jackson reveló públicamente su lucha contra la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth (CMT), una condición hereditaria que recibió de su padre. Hoy, con 66 años, el artista confesó en el programa Today with Jenna Bush Hager que ha lidiado con esta enfermedad por más de una década. A pesar de los desafíos, Alan ha seguido presentándose en vivo, incluso cuando la CMT ha afectado su movilidad.

La enfermedad afecta los nervios periféricos, comprometiendo funciones en piernas, pies, brazos y manos — lo que ha influido directamente en las capacidades físicas del cantante. Jackson ha sido honesto sobre las dificultades que enfrenta, como los problemas de equilibrio. A menudo se lo ve con un banco o una barra de apoyo en el escenario, reconociendo que esta condición ha hecho que actuar frente a sus fans sea más exigente.

La gira iniciada en 2021 no fue anunciada originalmente como una despedida. Sin embargo, Alan decidió extenderla hasta 2024 bajo el nombre “Last Call: One More for the Road”. Esta etapa final ha permitido a los fanáticos celebrar su ilustre carrera, ofreciéndoles una última oportunidad de cantar junto a él sus grandes clásicos. Aunque las limitaciones físicas hacen que la gira sea un reto, su determinación por seguir actuando refleja la conexión profunda que mantiene con su público.

El concierto en Orlando, en el Kia Center, mostró un lado particularmente vulnerable de Jackson al interpretar “Drive”, una balada personal dedicada a su padre, Eugene, quien falleció en el año 2000. Al cantar sobre sus recuerdos de infancia aprendiendo a conducir con él, la voz del artista se quebró de emoción, creando un momento tan íntimo como poderoso, que fue recibido con gran sensibilidad por la audiencia.

“Esta canción nació de la pérdida de mi padre”, compartió Jackson con el público, con la voz cargada de sentimiento. Queriendo capturar el impacto duradero de su padre, cuando el coro alcanzó su punto más alto, dio un paso atrás, dejando que la música hablara por él. El estallido de aplausos de la multitud reflejó el aprecio por este homenaje tan sincero.

Aunque la gira de Alan Jackson se acerca a su fin, su legado en la música country es eterno. Sus contribuciones han moldeado el género, y sus canciones seguirán resonando en nuevas generaciones de oyentes y músicos. A medida que la gira de despedida avanza, los fans son recordados del poder duradero de su música — y de la honestidad emocional que ha definido toda su carrera.


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