El Pen Drive en la Salchicha.

Ayer compré una salchicha común en el supermercado — nada especial, solo para hacer unos sándwiches rápidos. Llegué a casa, corté unas rebanadas, comí y guardé el resto en el refrigerador. Todo normal. 🤔
Pero esta mañana, al preparar el almuerzo, pasó algo extraño.
Tomé la misma salchicha, la puse sobre la tabla y empecé a cortarla.
De repente, el cuchillo se trabó — como si hubiera algo duro dentro.
“Debe estar congelada”, pensé.
Corté otra rebanada… y el sonido fue diferente. La hoja chocó contra algo metálico.
Miré con atención y me quedé paralizado.
Había algo brillante justo en el centro de la salchicha. 😱
Al principio pensé que era un trozo de metal, algún defecto de fábrica.
Pero al empezar a cavar con la punta del cuchillo, casi se me cae de las manos.
Dentro de la salchicha… ¡había un pen drive!
Sí — un pen drive de verdad, con tapa y todo.
Mi estómago se revolvió. ¡Ya había comido de esa salchicha! 🤢
¿Cómo pudo un objeto así terminar dentro de un producto envasado y vendido en un supermercado?
El asco dio paso rápidamente a pura curiosidad.
Encendí la computadora, respiré hondo y conecté el pen drive.
La pantalla parpadeó y, de repente, comenzaron a aparecer archivos.
Y lo que vi me dejó completamente paralizado. No eran documentos comunes: había fotos, videos y carpetas encriptadas con nombres que nunca había visto.
Un archivo llamó mi atención inmediatamente: “Leer antes de abrir”. Temblando, hice clic.
El contenido era un video corto, pero impactante. Mostraba el interior de la fábrica del supermercado, personas manipulando alimentos y, entre ellas, alguien escondiendo pen drives dentro de los productos.
Mi corazón se aceleró. Era un esquema criminal: alguien usando los alimentos para transportar información confidencial sin ser detectado.
No sabía si debía llamar a la policía, contárselo a alguien o simplemente alejarme.
Pero una cosa era segura: tenía en mis manos pruebas de algo muy grande — y todo comenzó con una salchicha común.
Y lo más aterrador: el video terminaba con un mensaje en la pantalla:
“Si viste esto, estás marcado. Ten cuidado en quién confías.”
Desde ese día, el almuerzo nunca volvió a ser el mismo.



